Te propongo un ritual súper fácil pero poderoso, para tomar el nuevo año como una nueva oportunidad. Es una meditación en 4 pasos, y consiste en abrazar lo que trajiste hasta este momento, para poder abrirte y dar paso a lo nuevo. ¡Animate!
1. GRATITUD
Hacé algunas respiraciones pensando en todo lo que tenés.
La gratitud es el primer paso por varias razones. Por un lado, para atraer la abundancia, porque te hace vibrar en una frecuencia más alta, atrayendo más de lo bueno. Por otro, nos hace poner el foco en lo que tenemos y en el milagro de vivir un nuevo día. Con solo una cosa que agradezcas al día, al final del año tendrías 365 motivos para dar las gracias. Eso es ENORME.
2. ACEPTACIÓN
Hacé algunas respiraciones abrazando lo que ya es y quién te hace ser.
¿Te acordás de la importancia de ser flexible para no quebrarte? OK, de eso se trata, de ser resiliente y crecer por sobre lo que venga. Intencioná que el nuevo año te ilumine con la aceptación. Solo respirando y cambiando el foco, todo se empieza a ver diferente.
3. VISUALIZACIÓN
Observá los sentimientos que te genera pensar que eso que estás visualizando ya es realidad.
Visualizar correctamente es reconocer lo que querés, sin juicios, sin pensar si está bien, qué pensarán o dirán. Solo escuchate y dejate reconocer eso que querés en tu vida. Mirá los sentimientos que te genera pensar que es realidad. ¡La visualización es tan poderosa! ¡Aprovechala!
4. APERTURA
Hacé algunas respiraciones para dejar entrar lo nuevo, cuando sea correcto.
El último paso parece más pasivo, porque implica abrirte a lo que venga. Pero la apertura es una actitud. A veces, lo que deseamos o necesitamos se nos aleja por no ser receptivos. Abrite al 100%, dejá que todo llegue en el momento exacto en que lo necesitás. Vas a ver cómo empieza la magia.
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