Cuando trabajaba en una oficina me pasaba que a veces se volvía bastante tedioso mantenerme tantas horas sentada frente a la computadora. Y solo eso ya alcanza para que mi energía disminuyera a niveles inimaginables . Más en este momento del año que estamos terminando la época de vacaciones y nuestra cabeza sigue estando “modo playa” pero el cuerpo está detrás de un escritorio mirando una pantalla.
Sin embargo, el año ya comenzó y todo sigue su curso a una velocidad que creemos no poder alcanzar.
Hoy te comparto 5 ideas que yo aplicaba para recargar nuevamente la energía en la oficina:
1- Agua desde que te levantás: Apenas salgas de la cama tomate un vaso de agua. El agua hace que tu cuerpo despierte y que las funciones vitales empiecen a funcionar. Llevate siempre contigo una botellita y dejala en tu escritorio para que puedas recargar para hidratarte durante todo el día. Otras opciones pueden ser infusiones o aguas saborizadas. Mi preferida: rodajas de limón con hojas de menta y romero.
2- Cuanta más luz mejor
Si tenés la suerte de estar en una oficina en la que el sol entra por todas partes aprovéchalo. Abrí las ventanas, dejá que la luz ilumine cada objeto y rincón. Si no es así tomate unos minutos para ir hasta alguna ventana cercana donde puedas ver el sol, cerrá los ojos y dejá que ilumine tu cara por unos segundos. En tu escritorio intentá tener al menos un objeto natural como: plantas, una pequeña fuente de agua, un incienso o vela aromática. Esto te va a ayudar a conectar con la naturaleza y relajar tus pensamientos.
3- Música siempre
Elegí estar acompañada por la música siempre que puedas. En el trayecto hacia tu trabajo, una música que te active, divertida en la que te imagines bailando y disfrutando de ella hará que llegues a la oficina con una actitud positiva. Mientras trabajás podés optar por sonidos relajantes como los de la naturaleza, o una música instrumental y tranquila. Yo te recomiendo mantas. En mis listas de Spotify vas a encontrar un montón!
4- Alimentá tu cuerpo - Jugos verdes Elegí para tu almuerzo platos livianos y ricos en nutrientes. No te vas a sentir pesada el resto del día y le das a tu cuerpo lo que necesita para tener una buena concentración y la energía suficiente para terminar la jornada. Siempre que termines de almorzar puedes tomar una taza de té de hierbas para ayudar a digerir los alimentos. Llévate un jugo verde hecho en tu casa y tomalo en ese momento de la tarde donde sentís que la energía empieza a caer en picada. Vas a notar algo mágico que te reaviva!
5- Ejercitá tu mente y tu cuerpo En el horario de almuerzo podés hacerte una linda caminata. Caminar es un ejercicio que no solo activa tu circulación sanguínea, tus músculos, sino también tu mente. Te va ayudar para desenchufarte, para descansar la mente y a encarar la tarde con una actitud positiva.
El trabajo es el lugar donde pasamos la mayor parte de nuestro día, intentá que sea un espacio que te de bienestar para poder hacer luego las cosas que realmente te gusten con toda la energía.
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